- Celebremos los 200 futbolistas orientales con un futbolista que me he reservado para la gran ocasión. Su fulgurante figura inspiró la creación de Tsubasa Ōzora, más conocido en el mundo occidental como Oliver Atom, personaje de la popular serie de dibujos animados llamada "Campeones".
Quizás por ello, el personaje ficticio tenía esa manía de jugar en Brasil, como hizo Kazu en su interminable trayectoria, tan larga como las carreras que se pegaban los personajes de la serie animada.
Además de su extensa trayectoria por Brasil, también llegó a competir en Italia con el Genoa, y después lo intentó en Croacia y Australia. Incluso se negó a dejar el deporte practicando fútbol sala con más de cincuenta años.
Kazu hizo 55 goles para Japón. |
Recuerdo que en aquella lejana década de los noventa no paraba de sonar su nombre. Era la revelación nipona, un hombre que por entonces respondía al nombre de "Kazu" pero cuyo nombre real era Kazuyoshi Miura (三浦 知 良). Más tarde se fue popularizando simplemente como Miura, o "Kazu Miura".
Nació el 26 de febrero de 1967 en Shizuoka (Japón). Era estudiante en la escuela secundaria de Shizuoka Gakuen cuando el fútbol llamó a las puertas de su casa. Aquel habilidoso delantero centro, capaz de actuar como mediapunta o extremo zurdo, tuvo la genial idea de irse sin compañía a Brasil en busca de un sueño. Es sueño no era otro que jugar al fútbol en un país que sirvió de cuna para grandes futbolistas como Pelé, Zico, Sócrates y un Ronaldo Nazario que todavía no se dedicaba al fútbol.
Comenzó jugando para el Clube Atlético Juventus, un club juvenil de São Paulo, que serviría de puente para cumplir sus sueños, puesto que a mediados de los ochenta obtendría su primer contrato profesional con el Santos.
Durante casi un lustro continuaría compitiendo por Brasil, donde además del Santos, defendió los intereses de equipos como el Palmeiras, Matsubara, Clube de Regatas Brasil, XV de Jaú y Coritiba. Después volvería al Santos.
Kazu volvería a su Japón natal tras labrarse una leyenda en el continente americano. Las revistas de fútbol se hacían eco de aquella figura oriental que había aprendido mucho en la tierra de la samba y la alegría.
Dispuesto siempre a triunfar, durante ocho años jugaría para el Verdy Kawasaki, no sin antes probar en el fútbol europeo tras engrandecer su fama con la obtención del título de la Copa de Asia en 1992, a lo máximo que pudo aspirar con la selección nipona.
Su apuesta europea sería el Calcio italiano, debutando en su liga como miembro del Genoa un 4 de septiembre de 1994. El escenario fue San Siro, y el rival nada menos que el Milan de los Gullit, Dejan Savicevic, Donadoni y Baresi. Los milaneses ganarían por 1-0.
Pero Miura no se marcharía del país de la bota sin hacer un gol, aquel que le marcó a la Sampdoria de Eriksson en una derrota por 3-2 en el Luigi Ferraris. Con el Genoa, el punta asiático participaría en 21 partidos de la liga italiana.
A sus 27 años, aún le quedaba mucho por recorrer en su inacabable carrera profesional. En 1998 se marcharía del Verdy Kawasaki para probar suerte en la liga croata con el Croacia Zagreb, de donde retornaría a su país para jugar en el Kyoto Sanga.
También jugaría para el Vissel Kobe y Yokohama F.C., de donde saldría cedido al continente oceánico en 2005 para jugar en el Sidney F.C., donde daría por cerrada su larguísima carrera en el fútbol once.
Pese a su gran experiencia internacional, Miura nunca participó en una Copa del Mundo. |
- Se resistió a dejar el balón y continuó jugando en pistas cerradas con el equipo nacional. Hasta 2012, el gran Kazu Miura competiría en la modalidad de "Futsal" manteniéndose como uno de los deportistas más longevos de la historia.
Lástima que su carrera no se viese premiada con una participación en la Copa del Mundo. Miura nunca disputó un evento de tal magnitud, aunque sí ayudó a la selección japonesa en su conquista por al Copa Asiática en 1992. Sus números son de 89 partidos y 55 goles, permaneciendo aún como el segundo máximo goleador en la historia del equipo nacional.
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