Campeones: El ánime en el fútbol.

- En la década de los ochenta, Japón exportó una serie animada balompédica que triunfó por el mundo entero. Cuando no teníamos fútbol hasta el fin de semana, muchos niños nos conformábamos con ver fútbol al más puro estilo manga. Estábamos acostumbrados a esta clase oriental de dibujos animados con algunas series que ya habían entrado en Europa anteriormente, como Candy Candy, Dragon Ball, Los Caballeros del Zodiaco o la siempre inolvidable Heidi.

Pero aquella conformidad se convirtió en una afición viral, como la que sentían aquellos personajes de "Campeones" que tantas tardes de merienda nos mantuvieron pegados al televisor. Carreras interminables, goles espectaculares, competitividad, amistad, deportividad y fútbol, sobre todo mucho fútbol.
Durante muchos años, esta serie de dibujos animados abarcó mucha expectación entre los jóvenes de aquella época. Esta exitosa serie se desarrolló en los primeros años de la década de los ochenta llamándose "Captain Tsubasa", pues su creador, Yoichi Takahashi es japonés como su nombre parece dejar claro.

Oliver es el personaje principal de Campeones. 

- En España comenzó a asomarse a finales de los ochenta bajo el nombre de "Campeones", que más tarde evolucionaría a "Supercampeones" y no sé que más. El caso es que la creación de Takahashi llegó más lejos de lo previsto. En Brasil veían "Super Campeôes", en Francia "Oliver et Tom"  y en todo Latinoamérica "Super Campeones".
Ahora vamos con los personajes, que hay muchos. Ellos nos enseñaron nuevas maneras de jugar al fútbol, técnicas que hasta entonces no habíamos visto en el llamado "Deporte Rey": carreras inacabables, saltos vertiginosos, lanzamientos que destruían paredes, esquemas de puro ataque... Por no hablar de otras estrategias que hasta entonces no habíamos visto como "El tiro del tigre", "La catapulta infernal" o "El tiro combinado". Ellos nos enseñaron un nuevo fútbol que incluso muchos niños, ante la fiebre de Campeones, trataban de emular a los queridos personajes a sabiendas de que tales técnicas son imposibles de realizar.

La historia empieza con un niño de media melena que junto a su familia se traslada al barrio de Shizuoka procedentes de Tokio, la capital nipona. Su llegada al barrio no empieza bien pues el pequeño Oliver Atom es atropellado por un camión en medio de la mudanza. Pero el fútbol le salva la vida, o más bien el balón, que gracias a su bote natural evita la temprana muerte del pequeño amante del fútbol, y desde ahí, Oliver decide que el balón es su mejor amigo.

Se va desarrollando la serie y el principal personaje de la misma empieza a conocer a otros apasionados por el fútbol y forma un equipo escolar llamado Niupi. Sus nuevos amigos serían Bruce Harper, Patty, Tom Baker y otros que competirían en un torneo frente a una poderosa plantilla dirigida por el portero Benji Price, que en la versión nipona se llama "Genzo", como bien pone en su gorra.

Niupi y San Francisco se enfrentan en un par de ocasiones ofreciendo vibrantes enfrentamientos que darían paso a un nuevo equipo entrenado por el brasileño Roberto Zedinho, quien siempre le prometió a Oliver un viaje a Brasil para triunfar en el mundo del fútbol.

Benji el llamado "Paralotodo".

- De esa unión entren equipos escolares nace el "New Team", compuesto por jugadores de ambas plantillas como Paul Diamond, Tom Baker, Ed Carter, Bruce Harper, Johhny Mason, Oliver, Benji y otros personajes secundarios. Más tarde, a estos se unirían los futbolistas Jack Morris o Al Jones, procedentes de otros clubes.
Pues bien, la serie transcurre con intensísimos encuentros sobre el verde en el que nuestros amigos animados conocen otras perlas del fútbol japonés como los gemelos Derrick, Phillip Callahan del Flynet, Ralph Peterson, Clifford Yuma, Patrick Everet y el idolatrado por muchos Julian Ross. Pero no podemos olvidarnos de Mark Lenders, ni tan siquiera de sus eternos compañeros Ed Warner y Danny Mellov. Éstos eran componentes del eterno rival del New Team, un equipo llamado Muppet con el que nuestros héroes disputan una prolongada final que dura varios episodios.
La imagen de Lenders parecía la del mismísimo Cristiano Ronaldo, pero con melena. Su apariencia impone, pues es fuerte, va remangado y es de tez morena, pero sobre todo siempre está serio, salvo en contadas ocasiones. Warner parece una versión melenuda de Benji, alto, con reflejos, pero que se adorna demasiado en sus estiradas. Danny Mellow es casi un figurante, pero con Lenders hace una pareja letal, como pasa con los siempre admirados Oliver y Tom Baker.

Recuerdo aquellas tardes en las que no me olvidaba de encender el televisor para vivir un nuevo capítulo de Campeones, esa serie animada que tanto éxito tuvo por todo el mundo. Aunque realmente exagerada, esta serie era bastante entretenida, e incluso nos encontrábamos con capítulos en los que nos mostraban valores como la amistad y la deportividad.

Llegó un momento en el que perdí demasiado el hilo de la trama. Quizás fue eso lo que hizo que no volviera a ver Campeones -que ya por entonces pasó a Supercampeones-, pero reconozco que durante parte de mi infancia llegué a tener cierta obsesión con la serie.
Como todo en la vida, las cosas que tienen éxito acaban por aparecer hasta en la sopa. Coincidiendo con el momento auge de la "Olivermanía", muchos coleccionamos sus cromos, nos compramos muñecos e incluso he llegado a ver gente por la calle con camisetas del Niupi, New Team, Muppet y hasta del Toho, equipo de Julian Ross.

¡Pero ojo!, realmente no me desvinculé del todo de Campeones, pues recuerdo levantarme una mañana y ver en la televisión un episodio moderno en el que me encontré a estos personajes componiendo la selección nacional de Japón en la que estaban los míticos Oliver, Tom, Benji, Lenders, Ross, Carter e incluso Warner de portero suplente.

Algunos personajes de Campeones llegaron a jugar para la selección japonesa.

- Todo eso se acabó convirtiendo en una realidad, pues de todos esos personajes hicieron honor en el Mundial de Corea-Japón 2002 jugadores como Yoshikatsu Kawaguchi, Takayuki Suzuki, Junichi Inamoto, Naoki Matsuda y Hiroaki Morishima, entre otros, y con Philippe Troussier haciendo una versión francesa de Roberto Zedinho.

¿Se lo imaginan?. Estaría bien ver una selección japonesa con los verdaderos futbolistas luciendo cada uno los nombres de estos personajes en una competición, aunque supongo que sería ilegal. De todos modos, seguro que más de uno de estos profesionales vieron "Captain Tsubasa". Y no quiero olvidarme la banda sonora, que por cierto era  muy pegadiza y aún hay algún nostálgico por ahí que la canturrea.