- Ya le vimos actuar en el Mundial de Sudáfrica, el último al que asistió Corea del Norte. Por entonces ya era un veterano del equipo, un jugador con galones cuya presencia sobre el césped nunca pasaba desapercibida.
Desde 2004 se acostumbró a la internacionalidad, llegando a participar en 45 partidos para marcar ocho goles. Podríamos decir que fue uno de los jugadores más representativos del equipo norcoreano, casi a la altura de los de antaño, de esos que compitieron en el Mundial de Inglaterra para rozar las semifinales. Es todo un patriota.
Toda su carrera se ha desarrollado en el April 25, equipo que ha aportado muchísimos jugadores al equipo nacional a lo largo de la historia. In-Guk Mun (문인국) nació en la ciudad de Hyeosan-Gun (Corea del Norte), el 29 de septiembre de 1978.
En su país le llamaban "El Maradona Norcoreano", aunque este no lucía una voluminosa melena rizada. En lo que sí coincidía con el astro argentino es en su estatura, ya que In-Guk es un hombre más bien bajito, aunque todo casta y bravura.
Jugaba siempre en banda, como interior o extremo izquierdo. Una de sus mayores virtudes era la correcta adaptación a la banda contraria, en la que el alero no perdía su toque de pelota ni sus sinuosas maniobras. Sin ser especialmente goleador, este hombre tenía pase y siempre humillaba a sus rivales en velocidad.
De joven fue muy buen alumno, además especializado en Educación Física. Pero eso no le impedía jugar al fútbol, concursando en torneos escolares y de barrio hasta que ingresó en las filas del April 25 Sports Club en 1998.
Tenía veinte años cuando supo ganarse un sitio dentro del equipo. In-Guk Mun ya empezaría a mostrar maneras de crack ayudando a su club a conquistar tres títulos de Liga en sus primeros años como profesional. En 2003 ya era un jugador imprescindible en las escuadra de Pionyang, donde jugaría toda su carrera.
Además, Mun era de los que hacían equipo: "El secreto de la victoria siempre es tener confianza en uno mismo y en el equipo" -solía decir el atacante coreano. Y no le faltaba razón, ya que ganó de todo, al menos con su equipo.
El de Nampho siempre jugó de forma solidaria, ya que era un jugador tenaz que atacaba y luego ayudaba en defensa. Así se ganó el sitio en el April 25, trabajando, sacrificándose y voluntarioso en cada partido.
Mun solamente fue jugador de un club, ese al que representó hasta no hace mucho y figurando como uno de los mejores carrileros del fútbol asiático, por eso le llamaban "Maradona". Es cierto que nunca ganó una Copa del Mundo, no jugó en el Barcelona ni en el Nápoles. pero sí que pasará a la historia por haber clasificado a su selección para volver a competir en un Mundial, algo a lo que no vio Corea del Norte desde la exitosa labor de los "Chollima" en Inglaterra 1966.
In-Guk Mun participó en los tres partidos de la fase de grupos en el Mundial de Sudáfrica. |
- En esa única participación mundialista, In-Guk Mun fue uno de los fijos para el técnico Jong-Hun Kim. Pero antes de esta gran cita, el alero de Hyeosan-Gun ya había tenido veintidós apariciones de clasificación para la Copa del Mundo y, como se suele decir, el que la sigue la consigue, y así pusieron rumbo a Sudáfrica 2010.
Participó en los tres partidos del Mundial, contra Brasil, Portugal y Costa de Marfil. Continuó sumando internacionalidades hasta plantarse en 45, dejando en su currículum ocho goles en sus siete años representando a Corea del Norte.
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