¿Te acuerdas de Teizo Takeuchi?

- Gracias a lo que aporta la JFA (Japan Football Association) los occidentales podemos descubrir que los albores del fútbol también influyeron en tierras asiáticas. Es por ello que hoy puedo presentar a Teizo Takeuchi ( 竹内 悌三 ), uno de los primeros futbolistas japoneses que mayor fama alcanzaron durante los años treinta, especialmente por su participación con la selección olímpica de Japón.

Este defensa participó en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, formando una potente escuadra con otros conocidos atletas como Tokutaro Ukon, Koichi Oita, Rihei Sano y Akira Matsunaga entre otros. Todos ellos jugaron a las órdenes del ilustre Shigeyoshi Suzuki, quien dirigió a este joven equipo a los cuartos de final, donde cayeron ante Italia.
Sabemos eso y que a lo largo de su carrera jugó para el equipo de la Universidad Imperial de Tokio, en aquellos años en el que el fútbol no estaba profesionalizado, y mucho menos por la zona de la Asia oriental.

Este gran deportista nació el 6 de noviembre de 1908 en la capital de Tokio (Japón). Era el padre de Motoko Ishii, un famoso diseñador de iluminación japonés y se crió en la Prefectura de Tokio, donde empezó a jugar al fútbol.

Takeuchi empezó a dar sus primeras patadas al balón en la quinta escuela de secundaria de la capital nipona, conocida hoy en día como la Escuela Secundaria de Koishikawa Metropolitana, en Urawa. Allí daría sus primeros pasos antes de ingresar en la Universidad.
En la Imperial de Tokio comenzaría a jugar como defensor, dejando muy buenas muestras de su buen juego antes de la graduación. Se dice que este hombre estableció la era dorada del Emperador en el Center Half, como sucesor del Sr. Takemori.

Con la selección japonesa empezó a competir en 1928, pero dos años después participaría en el noveno Campeonato del Lejano Oriente celebrado en Tokio. Con la escuadra de los Samuráis Azules consiguió derrotar a Filipinas y empatar con China, lo que supuso compartir el liderato con los chinos.

Después vendría su actuación en las Olimpiadas de Berlin. Japón dejó muy buenas sensaciones en su enfrentamiento contra Suecia, partido en el que Takeuchi fue uno de los más sobresalientes consiguiendo un resultado de 3-2 que les daría el pase a los cuartos de final.
Los valientes soldados japoneses causaron la admiración del público alemán y demostraron que en oriente también se sabía hacer buen fútbol. Retornaron gloriosos a Japón pese a no llegar más lejos en aquel reto internacional, el más importante hasta el momento.

Se dice que el capitán de la escuadra nipona aprovechó para visitar los campos de juego europeos para proporcionar a su país los conocimientos sobre el fútbol en el viejo continente. Es por tanto quien contribuyó con las nuevas técnicas balompédicas europeas, esas que hoy en día dan nacimiento a grandes jugadores orientales.

Parece que Teizo jugó para la Universidad Imperial capitalina hasta 1931 y que la selección nacional ocupó el resto de su trayectoria deportiva. La Segunda Guerra Mundial se encargaría de entorpecer sus restantes años como deportista.

Teizo Takeuchi serviría para el ejército japonés en aquel terrible conflicto bélico mundial, convocado en 1944. Durante la misma, el ex-defensor universitario sería detenido en la antigua Unión Soviética, donde sería apresado por Ejército Rojo.
Ya enfermo, moriría ejecutado en el vigésimo campamento de prisioneros de guerra en Siberia, en Amur Oblast. Aquel 12 de abril de 1946 fallecería Takeuchi, un gran futbolista licenciado en Departamento de Economía de la Universidad de Tokio, para la que también actuó sobre los campos de juego.

Vemos a Takeuchi en primer plano persiguiendo a un rival (Foto de la JFA).

- Figurará siempre como uno de los primeros olímpicos de la selección de fútbol de Japón. Con el equipo nacional disputaría un total de cuatro partidos en los que nunca pudo marcar un gol, o no hay constancia de ello.

Todo su papel internacional se resume en la formidable actuación durante los Juegos Olímpicos de Berlin 1936 y los dos Campeonatos del Lejano Oriente en los que tuvo sus apariciones. La cruel guerra no le permitiría seguir jugando al fútbol, y mucho menos continuar con una vida normal, pero siempre será recordado como uno de los primeros zagueros olímpicos de Japón y su primer capitán.