¿Te acuerdas de Bong-Zin Han?

- En el reportaje conmemorativo "The game of their lives" su compañero, el gran Pak Doo-Ik lo describe como "The Great Right Wing", en referencia a la posición que representaba sobre los terrenos de juego. Y es que Bong-Zin Han (한봉진) era una flecha por el flanco derecho, ya que jugaba como extremo.

Fue un miembro importante de aquella selección norcoreana que hizo historia en la Copa del Mundo de Inglaterra 1966. Actuó como uno de los líderes del ataque "Chollima" asociándose con sus compañeros de vanguardia, a los que ayudó a marcar cinco goles en los cuatro partidos que disputó, tres en fase de grupos y el cruce de octavos.
Han era el número once, el que corría la banda incansable para asistir a sus compañeros y enfrentándose a las poderosas zagas de Chile, Italia y la URSS, pues la defensa de Portugal hizo aguas ante los coreanos.

Nacido en Corea del Norte, el 2 de septiembre de 1945, Bong-Zin jugó durante toda su vida para el April 25. Es más, él fue uno de los pocos jugadores que lograron un contrato con esta entidad, ya que la mayoría de los futbolistas norcoreanos de su época llegaban a la selección nacional por medio del ejército, donde se practicaban todo tipo de deportes.

Hombres como este vivieron otros tiempos más delicados. En pleno cambio político, cuando el dictador Kim Jong-Il escalaba posiciones para llegar al poder, jóvenes como Han tenían que trabajar duro día a día mientras alimentaban su entusiasmo por el fútbol jugando en campos de atletismo. Así pasaban los días.
El joven centrocampista maduró e ingresó en el ejército norcoreano, donde cumpliría con sus obligaciones a la vez que competía para el equipo atlético de Pyongyang. Allí se formaría hasta entrar a formar parte del 4.25.

En la dinastía capitalina ingresó en 1966, antes de poner rumbo a Inglaterra para disputar un Mundial gracias a obtener el pase en las rondas eliminatorias. En éstas tuvo mucho que decir nuestro protagonista, que llegó a marcar dos goles en el partido de ida frente a Australia, partido que acabaría con un contundente 6-1.
Ya en la vuelta, el combinado oriental dejaría el claro el pase mundialista ganando por 3-1. Cabe decir que Corea del Sur tuvo que retirarse de la eliminatoria debido a problemas logísticos y Sudáfrica fue excluida por el apartheid.

De modo que los norcoreanos se citaron en Inglaterra para hacer historia, y hombres con escasa preparación como Bong-Zin Han, Seung-Hwi On, Bong-Chil Kang y Doo-Ik Pak, entre otros, tuvieron que vérselas ante talentos internacionales de la talla de Alan Ball, Yashin, Eusebio, Pirri, Beckenbauer y el mismísimo Pelé.

Los coreanos para nada desentonaron. Tuvieron una gran actuación mundialista y lograron pasar de forma milagrosa derrotando a toda una Italia por 1-0. Solo la Portugal de Eusebio pudo apear al equipo Chollima de la competición al remontar un 3-0 gracias a la exhibición del goleador de la Copa del Mundo.

Han volvería a jugar para el April 25 tras convertirse en leyenda, aunque su nombre se desvanecería como el del resto de sus compañeros. Pero el fútbol suele ser justo, y con el paso de los años fueron recordados y congratulados por aquella hazaña mundialista,
No hace mucho se grabó un amplio documental en el que aparecen los héroes norcoreanos recordando aquella Copa del Mundo 1966. Bong-Zin Han sañe junto a varios compañeros como uno de los supervivientes de aquel hito deportivo.

Bong-Zin Han busca el disparo a puerta en el partido de fase de grupos contra Chile. 

- Su experiencia internacional se resume el seis paridos, los cuatro del máxime torneo internacional y los dos que disputó ante la selección de Australia para obtener el pase al Mundial. En esta fase clasificatoria, Han Bong-Zin hizo los dos goles que figuran en su historial internacional. Ambos los hizo en el parido de ida, que finalizó con resultado de 6-1.

Parece mentira que un menudo extremo derecho de 1´66 cm desquiciase a toda una defensa de la selección italiana en la que figuraban hombres como Landini, Facchetti o Guarneri. Aquel 19 de julio de 1966 siempre se recordará como "el día que Chollima humilló a Italia".